Un plan de empresa es fundamental para iniciar un consultorio odontológico

Como en toda idea de negocio es importante que el diseño del proyecto cumpla unos parámetros. Es vital escoger el nombre adecuado, los servicios que se ofrecerán, financiamiento, proveedores, equipamiento perfil y cantidad de empleados, así como la implantación de estrategias de marketing

El rol de la mujer en el campo de la odontología ha ido predominando con el pasar del tiempo. Se estima que actualmente hay un 16% más de mujeres odontólogas que hombres, un ascenso que se ha venido dando de manera sostenida los últimos años.

Desde niñas muchas mujeres tienen el sueño de ser dentistas y gran parte lo ve materializado, basta con visitar las universidades y observar como en las aulas predominan las féminas entre los alumnos.

Una vez graduadas el paso inicial, generalmente, es ejercer la profesión en centros médicos que incluyan servicios dentales toda vez que es una forma de ganar la experiencia necesaria para luego abrirse el camino por su propia cuenta.

La idea del emprendimiento

Tras un tiempo de estar como empleada, la idea de montar un consultorio propio odontológico se instaura y lo más seguro es que sea un nuevo reto a cumplir. Y es que hoy en día ser emprendedor en el campo que sea, más en el que la persona se ha formado, es una de las decisiones a las que más hay inclinación por las ventajas de tener sus propios ingresos, no depender de terceros, más si estamos hablando de mujeres que buscan su empoderamiento.

No hay nada mejor desarrollar un emprendimiento, en este caso montar un consultorio o ir más allá y establecer una clínica dental, para así manejar sus propias finanzas, horarios y metodología de trabajo. Obviamente esto va a suponer una inversión considerable, lo bueno es que será totalmente recuperable si realizamos un trabajo eficiente y de calidad, lo cual repercutirá en una creciente clientela.

En el campo de la odontología tener un negocio propio no debería fracasar, ya que se trata de un servicio que pudiéramos catalogar como básico e imprescindible. La salud bucal es una de las necesidades fundamentales que toda persona debe cubrir, es decir, es para todo público.

Pero que sea la odontología un área de salud que pudiera catalogarse como vital, no convierte a todas las empresas del sector en exitosas naturalmente. El éxito dependerá de que todo se proyecte y ejecute adecuadamente porque también es cierto que el sector dental es muy competitivo, son muchos los consultorios odontológicos que existen y existirán.

¿Y qué nombre le pondremos?

Aunque parezca algo irrelevante, el nombre algo fundamental para la imagen de un centro de salud bucal. Barajar varias ideas de nombres para una clínica dental y escoger el mejor incidirá en la impresión que el potencial cliente se va a formar.

El nombre dará identidad a la empresa, aparte es lo primero que el paciente conocerá acerca del lugar que está considerando pueda ser idóneo para recibir un servicio de salud tan importante. El nombre escogido representará la marca, por lo que hay que tener en cuenta algunos aspectos. Es importante que sea sencillo, una palabra complicada podrá difícilmente ser recordada, en este sentido no se recomienda utilizar consonantes seguidas o siglas, estas generalmente no dan una idea de nada al público.

Una vez seleccionado el nombre deberá revisarse ante la instancia correspondiente de registro si está disponible, es decir, que no sea el de otro establecimiento, de esta forma además se evita que sea copiado por otras personas.

Es conveniente además revisar a través de buscadores como Google la incidencia del nombre en internet, ya que resulta conveniente que esté, digamos, libre también por ahí, debido a que es necesario tener un dominio web en el que pueda usarse de manera explícita el nombre, así como en las redes sociales, de tal manera de lograrlo posicionar exitosamente en este ámbito.

Pasos fundamentales

Como ocurre durante la fase de proyecto de todo emprendimiento, uno de los pasos fundamentales para quien tenga la idea de montar un consultorio o una clínica dental es hacer un plan de negocio que indique todo lo relacionado con la empresa, teniendo como premisa que la calidad del servicio que vamos a prestar es la garantía de todo, lo demás viene por añadidura.

Debe contemplar, como ya se mencionó, el nombre, los servicios que ofrecerá, la cantidad y el perfil de empleados que va a tener, también si habrá socios y cuáles serán las condiciones.

El plan de negocio contemplará además todo lo relacionado con los tipos de financiamiento a los que se recurrirá, el funcionamiento como tal del consultorio o la clínica, la procedencia de los proveedores y el equipamiento necesario.

Marketing no puede dejarse de lado

El marketing es otra de las áreas que deben abordarse en la realización del proyecto empresarial porque esto va incidir en la visibilidad de la marca, lo que además obviamente va a influir en su posicionamiento y, en consecuencia, en su rentabilidad.

Por ser el de la promoción un ámbito tan importante, se han establecido de hecho consultorías de marketing estratégico y ventas enfatizados en profesionales de la salud, entre los que se incluyen los odontólogos, que asesoran para que las ideas de negocios que surgen en este sector puedan despuntar y destacarse, sobre todo, en un mundo tan competitivo como el de hoy en día, en el que buscar diferenciarse del resto debe ser un reto constante.

Prestigiosos profesionales se han dedicado a brindar este asesoramiento, como es el caso de Erika Herrera, odontóloga-ortodoncista que luego de haber sumado 20 años de experiencia, en 2004 decidió dedicarse a un área igualmente importante, la del marketing exclusivamente para clínicas pequeñas medianas y consultorios particulares.

Ella conoce a fondo las necesidades porque también las tuvo y ahora puede aportar las soluciones que aprendió no solo durante los años en los que ejerció la profesión en los que tuvo muchos errores y aciertos, sino en los estudios que ha venido realizando sobre marketing y ventas.

Este tipo de ayuda es importante porque aparte de ofrecer las herramientas para arrancar, se ejerce un acompañamiento que garantiza resultados satisfactorios que serán un éxito conjunto, tanto para el consultor como el cliente.