Las catas privadas de CHOCOLAT FACTORY Soy Teté Valero y soy adicta al chocolate. Sí,…
La RADIOFRECUENCIA FACIAL, un regalo perfecto para amantes de la belleza
Si sois tan adictas a la belleza como yo, seguro que estaréis deseando que vuestro príncipe azul os regale algún tratamiento facial de lujo por San Valentín, ¿verdad? Se trata de un detalle que no sólo os permitirá lucir un cutis de cine durante una buena temporadita, sino que también os ayudará a desconectar, a disfrutar de un rato para vosotras mismas y a salir de la cabina relajadas y con la sensación de haber recibido una buena sesión de mimos bien merecida.
Os recomiendo que le digáis a Cupido que se deje de flechas y os sorprenda con una sesión (o unas cuantas, jejeje) de radiofrecuencia facial. Es un procedimiento realmente maravilloso. Yo he tenido la suerte de probarlo en Germaine Goya unos días antes de San Valentín y puedo garantizar que es una auténtica delicia y proporciona unos resultados maravillosos. Lo ideal es someterse a varias sesiones espaciadas en quince días aproximadamente, pero lo cierto es que una sesión es suficiente para que el cutis respire, se oxigene y se muestre más descansado, terso y luminoso. Lo dicho, una auténtica maravilla.
Os cuento un poco mi experiencia…
Nada más entrar en Germaine Goya supe que iba a vivir un momento delicioso. El establecimiento estaba muy cuidado y el personal no pudo ser más agradable conmigo.
Unas chicas súper amables me recibieron y una de ellas me condujo a la cabina, donde me explicó detalladamente en qué consistía este tratamiento dirigido a personas de más de 35 años que presentan flacidez, arrugas y alteraciones pigmentarias, entre otras cosas.
Tras esta breve explicación, me limité a tumbarme en la camilla y a dejarme llevar…
Para empezar, me limpió el rostro con un limpiador equilibrante de Germaine de Capuccini y me retiró las impurezas con un masaje súper agradable y relajante. Después de este paso previo a cualquier tratamiento de belleza, comenzó a aplicarme un aceite conductor para que el cabezal de la máquina de radiofrecuencia deslizara mejor y condujera la energía hasta las zonas más profundas de la piel.
Durante aproximadamente 40 minutos, deslizó este aparatito por mi rostro con movimientos ascendentes y circulares y la verdad es que el proceso fue de lo más relajante y placentero. Este cabezal activa la energía de la piel y logra la estimulación del colágeno, uno de los principales responsables de la firmeza y la juventud de la piel.
Para terminar, me aplicó una crema de la línea con vitamina C de Germaine con el objetivo de conseguir aportar luminosidad y energía a mi rostro.
Mi veredicto: Me ha encantado. Para empezar conseguí relajarme y desconectar de todo, algo que me parece fundamental cuando uno disfruta de un tratamiento de belleza y que, aunque os resulte difícil de creer, no consigo con cualquier protocolo.
Además, mi cutis recuperó su vitalidad. Nada más salir de la sesión, mi rostro estaba visiblemente más luminoso y las arrugas estaban difuminadas. Pero lo mejor no ha sido eso, sino que conforme han ido transcurriendo los días me he ido encontrando cada vez mejor. Noto la piel mucho más rellena y jugosa que de costumbre.
Por otra parte, me encantan los productos de Germaine de Capuccini, así que fue un gran privilegio poder disfrutar de ellos durante la sesión. Ya he probado varias líneas de Germaine y me parece que todas tienen unos aromas exquisitos, unas texturas súper agradables y, lo más importante, una gran eficacia.
Y, por supuesto, lo que más me gustó de todo fue el precio. Una sesión de radiofrecuencia ronda los 65 €, un importe bastante asequible teniendo en cuenta la duración y la calidad de los productos.
¿Algun@ de vosotr@s ya había probado este tratamiento? En caso negativo, ¿os gustaría que os lo regalaran?
GERMAINE GOYA
C/ Alcántara, 15. Madrid
Tel. 91 578 26 37
E-Mail: info@germainegoyamadrid.com
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