Hoy os traigo planazo. Os propongo acercaros a descubrir la nueva carta de Saporem ¿Conocéis…
Empieza 2017 con buen sabor de boca en «La Pilla de Almagro»
Hoy vengo con una propuesta culinaria de las buenas. Me estoy tomando muy en serio mi dieta sana e hipocalórica y mi rutina deportiva desde que empezó 2017 (a ver lo que me dura…), pero me permito un caprichito semanal porque… ¡¡Yo lo valgo!!
Sí, para qué vamos a engañarnos, saber que me voy a saltar un día la dieta me ayuda a ser más constante y firme en mis propósitos de año nuevo. Eso sí, un capricho es un capricho… así que soy mucho más selectiva a la hora de hacer una reserva. Ahora sólo visito restaurantes que tengo muchas ganas de conocer o que ya sé que me gustan, así puedo haceros muy buenas recomendaciones, jejeje.
Mi última experiencia culinaria ha tenido lugar en “La Pilla de Almagro”, un restaurante que tiene poco más de un año de vida y ya se ha convertido en un punto de referencia para los foodies mediterráneos. Y no me extraña nada… ¡¡Es una apuesta segura!!! Los ingredientes de su éxito: un establecimiento dividido en dos ambientes y con una decoración súper original, una oferta gastronómica deliciosa y bien presentada, unos cócteles ideales para cualquier velada especial y un trato personalizado. ¿Qué más se le puede pedir a un restaurante?
Una combinación exquisita de platos tradicionales y últimas tendencias internacionales
Además de cocinar con la mejor materia prima, en los fogones de “La Pilla de Almagro” se prepara una miscelánea de platos tradicionales y últimas tendencias internacionales. Su carta no es especialmente extensa, pero sí tiene una amplia variedad gastronómica.
Los más convencionales pueden abrir boca con unos callos caseros de La Finca de Jiménez Barberó o con unas croquetas caseras de jamón ibérico. Por su parte, los que se atreven con propuestas más exóticas saldrán encantados con el tartar de atún rojo con vinagreta de chile, jengibre y mirin, gel de papaya y tomatitos marinados , la quesadilla de pollo, queso cheddar y mozzarella o los baos de confit de pato y foie con salsa hoisin.
Como plato principal, las hamburguesas de carne de buey asadas en horno de carbón (que se personalizan al gusto de cada comensal con un montón de ingredientes diferentes) son un auténtico manjar para los más carnívoros.
Otra opción deliciosa es la de hincarle el diente a su impresionante Burger Short Rib, preparada con carne de costilla de ternera asada en horno de carbón, durante 24 horas y marinada en salsa bourbon y servida con bacon, jalapeños y cheddar. El resultado es una carne melosa, jugosísima, con un toque ahumado y que prácticamente se deshace en la boca.
Un paraíso para los golosos
Como colofón vienen los postres, donde las tartas son las grandes protagonistas. Destacan la vistosa Red Velvet, muy suave, esponjosa y con el punto justo de crema para no resultar empalagosa, y el tarro de banoffee de plátano, un pie inglés reinventado y que dicen que era el dulce favorito de Diana de Gales.
Dos ambientes diferenciados
El local, a punto de inaugurar una amplia terraza cubierta, está dividido en dos plantas. La de arriba es de inspiración industrial, estilo almacén remodelado y muy casual, mientras que la de abajo posee una singular combinación de calidez y frescura basada en los colores del Mediterráneo.
Como podéis apreciar, se trata de un establecimiento perfecto tanto para disfrutar de una íntima cena en pareja, como para organizar alguna reunión con buenos amigos o celebrar algún encuentro más familiar.
C/ Almagro, 3. Madrid
Tel. 910 81 95 38
Precio medio: 25 €
Menú del día (de lunes a viernes): 12,90 €