Cómo subirse a unos tacones y no morir en el intento

Me encantan los zapatos de tacón, especialmente las sandalias, pero reconozco que muchas veces renuncio a ponérmelas porque no sé si las voy a aguantar bien, si voy a estar incómoda, si me van a provocar rozaduras en mis delicados pies… Sin embargo, he decidido que este verano nada me va a impedir subirme a mis mejores taconazos, que para algo están en el armario. ¡Ya está bien de que se limiten a ser un simple elemento decorativo!

Me he propuesto sacar a pasear mis sandalias más altas durante mis vacaciones, ya que estilizan mucho las piernas y te hacen caminar de un modo mucho más sensual y femenino, ¿no creéis? Por eso he estado buscando  soluciones a todos los problemas o incomodidades que suele ocasionar este tipo de calzado y quiero compartirlos con todas vosotras. Espero que os sean de gran utilidad:

• Dí adiós a las rozaduras: Este consejo no sólo es útil para el calzado de tacón, sino también para cualquier calzado veraniego que utilizamos sin calcetines ni medias, ya que al estar en contacto directo con la piel pueden provocar las molestas rozaduras. Para empezar, procurar hidrataros bien los pies antes de calzaros, esto hará que  la piel esté más flexible y suave y no se irrite con tanta facilidad.

Aún así, es posible que os salga alguna ampolla o irritación, pero no tenéis por qué esperar a que desaparezca para seguir utilizando vuestros zapatos favoritos. Para ello podéis recurrir a Compeed. Supongo que conocéis esta firma, porque cuenta con un montón de productos para el cuidado de los pies. Entre ellos se encuentra la gama Compeed Ampollas y sus apósitos hidrocoloide, que sellan las heridas completamente eliminando la sensación de dolor, ardor o escozor y, además, favorecen su óptima curación. Yo las llevo en el bolso desde que las he descubierto y son un auténtico invento. Son súper discretas, se adhieren perfectamente y hay tamaños y modelos diferentes según la zona  en la que aparezca la maldita rozadura. ¡Os las recomiendo!

• Mete los zapatos en el congelador: No me he vuelto loca, es un truco real. Meter unas bolsitas de agua dentro de los zapatos o entre la sandalia y la suela y colocarlos durante diez minutos en el congelador. Conseguiréis que ensanche ligeramente la horma y que la piel del zapato esté más blandita, por lo que se adaptarán mucho mejor a la forma de vuestros pies.

• Apuesta por plataformas: Los zapatos que llevan alza en la parte delantera hacen que la planta del pie no se sobrecargue tanto que los que tienen una suela muy finita. En el caso de que no lleven alzas, siempre puedes apostar por colocar una almohadilla bajo el empeine para liberar presión. Compeed también tiene unas súper cómodas y asequibles.

• Nunca estrenes zapatos el gran día: Es fundamental que consigáis llevaros bien con vuestros zapatos de tacón, así que debéis dedicarles un tiempo para conocerlos bien y coger confianza con ellos, jejejeje. Sí, es importante que no los estrenéis sin haberlos “domado” un poco. Os recomiendo que antes del gran día, os los pongáis unos minutos al día durante una semana. Así evitaréis sorpresas desagradables.

• Masajes y ejercicios: Nuestros pies deben estar en plena forma, ya que son la zona del cuerpo que más peso sostiene. Para ello es muy bueno obsequiarlos con un buen masaje de vez en cuando (podéis añadirle una pedicura, jajajaja) y hacer ejercicios para fortalecerlos. Por ejemplo, caminar de puntillas durante unos segundos y después cambiar el peso al talón es un buen ejercicio.

Y ahora, con todos estos consejos, ¡ya no tenéis excusa para lucir vuestros taconazos favoritos!